Desordenadamente, los hombres sobre las ramas...

1. Esta mañana, una señora ha agradecido con reverencias a un conductor que ha detenido su automóvil en un paso para peatones permitiéndole pasar. El muñequito rojo del semáforo se ha quedado inmóvil. Ya no se sorprende ante nada y por eso, adopta esa actitud pasiva ante la vida.


2. A un joven incauto de efervescente masculinidad le dijeron sabios compañeros de pupitre que era mejor iniciar sus escarceos masturbatorios con la ayuda de una revista. El joven, totalmente entregado a la causa, eligió la revista favorita de su hogar: "El País Semanal", con su papel satinado y buenos reportajes. Y literalmente, "se ayudó" de la revista para lograr el mayor reto que en ciertos momentos de la primera adolescencia puede lograr un imberbe, es decir, eyacular. Meses después, lleno de frustración, descubrió que las revistas a las que se referían los iluminados poco tenían que ver con Juan Luis Cebrián y Forges y no era necesario hacer tubos con ellas. Aprendió que era mejor descubrir ciertas cosas siguiendo el instinto de la madre naturaleza


3. Se ha encontrado a una mujer detrás de una capa de maquillaje del grosor de la epidermis de un elefante con refuerzo de botox. La mujer mantenía las constantes vitales y sonreía de soslayo. De hecho, no dejaba de sonreír. Decía que se veía más joven que hace 20 años. ¿Es más importante lo que aparentamos o lo que sentimos?


4. El problema no es dónde, sino cómo y con quién. Viajando con poco en los bolsillos y la mente se recoge más arena y también más polvo.


5. El amor es materia y existe, pesa, se puede generar, se transforma y también puede destruirse. Lo que sí es cierto es que una vez que se va, no vuelve nunca al mismo sitio.


6. Qué imbéciles somos los humanos en más ocasiones de las necesarias. Con nuestras prisas sin pausas, la soberbia paritaria, el sabelotodismo, el racionalismo, el no dejar de mirarnos a los espejos sin un Valle-Inclán que nos ayude, con nuestros 4x4 16 en preciosas calles estrechas y los que tienen blogs... ¿qué decir de las personas con blogs? Menos mal que nos quedan Manolos García anónimos para reconciliarnos con la naturaleza y la dulzura.


7. Cielos dramáticos de la sierra, subirnos a los árboles, esperar que broten las flores de plantas tristes, reposar en mitad de la lucha, escribir sin autocensurarnos, caminar de la mano apretada, respirar pausadamente, darle importancia a lo importante y prescindir de los que juzgan eternamente y se ven de vuelta de todo.