lunes, junio 09, 2008

Aprehendiendo




El río Okawango

Uno de los pocos ríos de la tierra que no desemboca en el mar, sino que lo hace en un desierto formando un abanico fluvial que modifica el paisaje y obliga a muchas especies animales a aprender a nadar y adaptarse al sorprendente medio en el que les toca vivir dos veces al año. Entre ellos los leones nadadores, que siendo felinos, nadan para poder cazar antílopes.

A veces, sentimos que vivimos contracorriente nuestra vida. Nos sentimos extraños, diferentes, incomprendidos pero este hecho no impide que nos sintamos bien. Nunca se sabe dónde encontraremos el agua o el alimento de nuestra vida. Como los leones (probablemente leonas) y como el río que encuentra su mar en el desierto, si optamos por adaptarnos a los nuevos escenarios sin renunciar a nuestra esencia, viviremos.






Isabella Graellsia (otra Isa bella)

Mariposa madrileña que se encuentra entre las más bellas del mundo, cuya belleza sólo puede ser admirada durante las noches. Una especie, que incluso tras su muerte, sigue iluminando con su belleza extraordinaria. Al igual que el recuerdo de los seres queridos que nos dejaron sigue brillando en nuestro interior. La trascendencia le llaman.







Luminiscentes
Pequeños y grandes animales de las profundidades marinas (o terrestres como las luciérnagas) que generan luz propia. Muchas especies marinas generan luz de forma espontánea para poder identificarse con otros congéneres en la oscuridad, lo que también les hace visibles para otros depredadores.
También existen seres humanos que emanan luz. Muchos de ellos no son conscientes, pero los que les vemos, intentamos seguir su pista. Si veis alguno, seguidle.

3 comentarios:

  1. *Estás/eres muy "lúcido" amigo mío.
    Me has hecho recordar tres cosas tres:
    *Que he demorado varias veces ya, mi visita al Delta. Te recomiendo, si no lo has hecho ya, la película The Earth, "cap.10".
    *Bella mariposa, recuerdos imborrables. Aunque parezca cruel a primera vista, he visto un montón de dedos mutilados en las manos de aborígenes papuenses. Rito que se lleva a cabo para recordar a los seres queridos que se han ido. Dicen, "no lo he comprobado todavía", que aunque te falte la falange (parte de ti, como el ser que marchó), sientes todavía su presencia y nunca olvidarás su pérdida.
    *La vida está llena de destellos y estrellas fugaces, pero parece que a la gente le guste más vivir en la oscuridad habitual alumbrada de neón artificial, caro y de alto consumo. A colación, no he visto tanta admiración, asombro, alumbramiento y entusiasmo por parte de seis humanoides, como cuando un ejército de luciérnagas nos iluminó el paso en el rio entre la oscura jungla de Borneo.
    Vaya discursito, I´m Sorry :(

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  2. Anónimo11:27

    No había leido la última parte: Luminiscentes. Es la que más me gusta. Mejor sin ayuda.

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  3. Julio, con esa "aportación" esa entrada es de peso. De discurso nada, compartir y aprender. Un placer.

    Anónima, eres linterna.

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