sábado, abril 25, 2009

Un día cualquiera



8:05 Buenos días. Empieza otro día maravilloso, hasta que llegue a la oficina. Los pájaros cantan alegremente sus melodías de madrugada. Mejor dicho, desde las primeras horas del día, por las luces de las farolas que les confunden y alteran sus ritmos vitales.

9:05 Entro en el autobús con destino al trabajo. Un joven, futuro sordo, se ha olvidado de ponerse los auriculares y escucha su música horrible en el móvil. Pobrecillo, me digo para mí, mañana seguro que se acuerda de coger los auriculares. Imposible leer con ese ambiente. Intento entender qué le puede encontrar a esa música de lavadora estropeada. No hay respuestas, ni probablemente solución. Sólo reggaeton.

9:20 Se baja el futuro sordo con su móvil chirriante. En mitad de la bajada le llega un mensaje con alarma polifónica. Apaga por un segundo su música para concentrarse en la lectura de las siglas que le habrán enviado. (Algo como: Dnd ads? Tq mazo. Chs. @jhew).Vuelve a conectar su música mientras se despide a la francesa de todos nosotros.

9:21 Todo el autobús critica la actitud del sujeto al unísono relacionándola con la mala educación de los jóvenes de hoy en día, y recordando tiempos pasados mucho mejores. Pienso, en silencio, que era peor la música que escuchaba el joven. Escucho con atención los razonamientos de los viajeros que siguen descalificando con carácter retroactivo al joven y futuro sordo. No entiendo nada. Disfruto de tres minutos de silencio estropeado por la radio del conductor del autobús que ha decidido poner a un tal Federico Jiménez Losantos. Echo de menos el techno-reggaeton del joven.

9:32 Me bajo en la estación de Plaza Castilla. Me ofrecen un teléfono móvil gratis. Además con la adquisición del terminal, me regalarían un apartamento en Fuengirola y dos entradas para el cine un martes. Llegan a ofrecerme los regalos sin ni siquiera comprar el teléfono.

9:35 Me ofrecen hacerme socio de Intermón Oxfam, por un mundo más justo. No regalan apartamentos. Por ello, recuerdo con añoranza a la chica de la compañía de teléfonos móviles que dejé 30 metros atrás, y que sin duda, gestionaría mucho mejor la desigualdad del mundo.

9:37 Llegando casi al andén del metro me ofrecen hacerme socio de la sociedad protectora de linces ibéricos. Tampoco regalan apartamento en ningún sitio y olvidan que el lince ibérico (y el asiático) están protegidos por la sociedad protectora de animales que dirige el gran Rouco Varela.

9:38 Un pigmeo aporrea un piano eléctrico conectado a unos amplificadores que se pueden escuchar en Guayaquil.

9:39 Entro en el vagón del metro y tres rumanos interpretan piezas de Cole Porter con una sonrisa de oreja a oreja, pidiendo disculpas antes de atronarnos con sus trompetas, panderetas y demás instrumentos. Nunca entiendo que pidan disculpas por algo que no han hecho todavía y que sin duda no dejarían de hacer aunque les introdujeras el amplificador de la puñetera trompeta por el ano. No tengo monedas para tirárselas a la cabeza. Imposible leer.

9:56 Salgo en Nuevos Ministerios. Una joven perspicaz que me ve con un libro en la mano me hace una pregunta sutil: ¿te gusta leer? - Sí, cuando me dejan. Me ofrece hacerme socio del Círculo de Lectores. Le pregunto si regalan tapones de cera para poder nadar y para poder leer en el transporte público de la ciudad de la Esperanza. No me responde y me dice que no son una compañía de teléfonos móviles.

9:58 Me vuelven a preguntar si quiero ser socio de Intermón Oxfam. Silbo, pero tengo los labios húmedos y lo que hago es soplar ridículamente. La joven se ofende.

10:00 Entro en la oficina. Una compañera tiene puesta Kiss FM que alterna con Radiolé. Intento estrangularla directamente pero tiene el cuello tan grande que cree que la acaricio y me pregunta si me gusta la canción que están poniendo de Alex Ubago. También me comenta que se ha hecho socia de Intermón Oxfam. Dos veces.

10:03 Abro el periódico y creo retroceder una década. Aznar ha vuelto a reunir a los ministros de su primer gobierno para enseñar al mundo cómo se da jabón. Se me quitan las ganas de leer.

10:05 La compañera cambia de emisora y están poniendo también a Alex Ubago. Me pregunto si Intermón Oxfam podría mandar a Aznar y a Alex Ubago a algún país lejano con billete de ida.

10:10 Entra mi jefe y me comenta que se ha hecho socio de la sociedad protectora del lince ibérico y que se ha comprado un teléfono móvil. Le pregunto si le han ofrecido el apartamento en Tordesillas. - No, sólo me han regalado un cursillo de trompeta que se auto-instala en el móvil.

10:15 Se me ha pegado la canción que tocaba el pigmeo para toda Latinoamérica. Intento apagar esa voz horrible interior y me tomo un Almax.

10:21 Mañana será otra mañana.

Pequeño homenaje a Eduardo Mendoza y su "Sin noticias de Gurb" que he logrado leerme en varias jornadas en el WC.

3 comentarios:

  1. Anónimo12:32

    Que tal Yusuf.

    He leído tu artículo y me ha encantado. Como la mayoría de las cosas que publicas. Pero sobre todo, quería compartir contigo tu dedicatoria final, no solo por el homenaje a mi idolatrado Eduardo Mendoza, ni por el homenaje a "Sin noticias de Gurb", que me avergüenza confesar no haber leido. Sino por comprobar que no soy el único al que le gusta disfrutar de la lectura en el WC, ese pequeño bunker de tranquilidad, blindado mediante pestillo, en ambos sentidos.
    Por ello me gustaría llamar tu atención sobre la posibilidad de envíar un mensaje a las autoridades sanitarias de este país para combatir en el mismo frente problemas como la mala alimentación de los escolares españoles unida a un creciente problema de falta de hábito de lectura y fracaso escolar. Hacia la educación y la cultura a través de la fibra.
    Y para que no se tome de forma jocosa este llamamiento, mi mas sincero homenaje a : "El Arquitecto de Tombuctú", "El manuscrito de piedra", "Un invierno en Madrid", Los Pilares de la Tierra", "Un mundo sin fin", "Un día de cólera", "Crónicas marcianas", "El fin de la eternidad", "Los hombres que no amaban a las mujeres", todos ellos disfrutados en su mayor parte y en el final de 2008 y principios de 2009 en el WC.

    Abrazos.
    Felipe

    P.D. La próxima vez que nos veamos saca el tema para que Carol no piense que soy un tipo raro.

    ResponderEliminar
  2. Más bien al contrario, Carol pensará que también Jose es un tipo raro.

    ResponderEliminar
  3. Felipe, gracias por escribir por aquí y manifestarte! A mí me has tocado la "fibra" sensible también con la oda al WC. ¿Pero qué seríamos los hombres sin esos momentos... hasta que se nos corta la circulación? Vive le Toilette!!!

    Marieta; vosotras sois las raras. Los lectores de la intimidad del Wc estamos unidos.

    ResponderEliminar