jueves, abril 16, 2009

Feo, ateo, bajito y jugador de poker

La última anécdota del día. Una madre se quejaba amargamente porque el novio actual de su hija no cumple los requisitos que todo hombre de bien debe tener, y sobre todo, para acompañar en la vida a su afortunada hija. Los pecados del susodicho son por este orden: ser feo y bajito, ser ateo, ser tímido y ser jugador de póker. Prácticamente lo opuesto al ideal de novio que la madre tiene previsto para su hija: alto, guapo, católico y extravertido. La única defensa de la pobre hija ante el juicio semanal de la madre, insuficiente por lo visto, es que el tipo le gusta porque se ríe mucho con él y se encuentra a gusto. La madre, seguramente guapa, alta, extravertida y católica, va de farol sin saber jugar a las cartas. Apuesto todo al negro a que lo que realmente desea esa fantástica madre es que su hija sea feliz. Aunque nunca se lo vaya a decir en la vida y le amargue la existencia.

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