En la Catedral de Palma de Mallorca se puede disfrutar de esta maravilla de Miquel Barceló. Decora una de las capillas de la misma con alegorías del mundo marino y vegetal, mezclando los frutos del mar con los de la tierra, convirtiéndolo en un espacio mágico. La dualidad tierra-mar como metáfora de la dualidad terrenal-divino se nos muestra en un espacio idóneo para ello como demostró el anterior obispo de la isla, que ya no tiene la titularidad del cargo, no sé si relacionado con la decisión de incluir muestras de arte contemporáneo en una capilla de una catedral.
Los lugares de culto en cualquier lugar de la tierra, sea uno creyente o no, como es mi caso, suelen ser lugares donde es fácil sentirse a gusto. Me gusta la paz de estos lugares y la energía que desprenden; ya sean mezquitas, iglesias, templos, basílicas, ermitas o catedrales.
A mí no me gustó. Los gustos son subjetivos, así que no puedo enumerar una serie de motivos que me llevan a mi conclusión. Pero puedo añadir que me gustan las catedrales y que aquello me pareció un pastiche pegado con "barro" en una preciosa catedral gótica.
ResponderEliminarYo tampoco creo que la muerte del anterior obispo fuera consecuencia de un castigo de Dios por incluir obras contemporáneas en su catedral.
ResponderEliminarAnónimo??? Creo que sé quien eres con una sola palabra tuya o tal vez no ;)
ResponderEliminarRespecto a la muerte del obispo (que desconocía) cualquiera sabe, teniendo a quien tenemos por desgracia de intérprete de los designios del señor...
Saludos
Lo que si es cierto es que fue un obispo valiente, capaz de hacer algo que pocos se animarían a hacer: invitar a un artista contemporáneo no creyente a cubrir con su arte una capilla de la Catedral, la del Santísimo nada menos.
ResponderEliminarpues yo no la he visto en vivo (mallorca es un punto pendiente en mi lista de lugares a visitar), pero lo que está claro es que esta capilla no deja indiferente.
ResponderEliminareso es bueno
Seguro que a Tom le encantaría esta interpretación del "milagro" de los panes y los peces. ;)
ResponderEliminarTiene muy buena pinta. A mí, que me gustan más los exteriores que los interiores, y que vivo a 500 metros de la Colonia Güell ... de Gaudí, (irrepetible), no me desagrada, no. Corramos un tupido velo para tapar las estalactitas del mismo autor :(
ResponderEliminarJulio me encantaría conocer la cúpula. Creo que estar debajo debe ser algo intenso. Me gusta este tipo.
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