La pasada noche tuve una pesadilla con la niña de Rajoy. El hecho de que aparezca Rajoy Division por las madrugadas le confiere a cualquier dulce sueño el carácter de pesadilla. El caso es que por estos procesos que realiza nuestro cerebro mezclando ideas inconexas, imágenes varias y personas conocidas me imaginaba al gran Mariano siendo el padre de la niña protagonista de Juno; adolescente que se queda embarazada y que decide tener a su bebé a sabiendas de que lo criará otra madre. Me imaginaba a Mariano debatiendo sin bate con su hija. La imagen siguiente era Mariano con una niña barbuda en brazos que le insultaba. Me imaginaba a Mariano de muchas formas. Incluso, durante la fase R.E.M. (por asociación directa en la pesadilla me gusta más el nombre inglés que el español MOR -"más" en pronunciación de Opening) de mi sueño, llegué a ver a Mariano Rajoy siendo investido presidente de todos los españoles. En ese momento me desperté con un sudor frío recorriéndome la espalda y la boca seca llena de papeles que resultaban ser votos nulos y abstenciones en forma de hilillos.
A veces las pesadillas parecen reales.
R.E.M.
Creo que, después de todo, tengo mucha suerte de que ni mariano ni el otro me quiten el sueño... ni me lo llenen de pesadillas.
ResponderEliminarEspero que lo de MariaNo no tuviera dobles intenciones.
Besos de la misma.
No María no. Todo lo contrario. Tú sí.
ResponderEliminarProgreeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
ResponderEliminarimagino que entonces Camarón diría, el sueño va sobre el tiempo,
ResponderEliminarflotando como un gaviota...
Seguro que ya le irías cogiendo gustillo al tiro con arco.
Tiro con arco y gaviotas...mmm... me gusta la idea. Me dejas tu arco??? ;)
ResponderEliminarJose, qué harás si gana MariaNO?
ResponderEliminarDesastre total.
ResponderEliminarChavela,
ResponderEliminarOpción 1- Aceptaré de buena gana y con buen espíritu democrático el resultado. Circunflejo y perplejo, pero sonriente de medio lado.
Opción 2 y correcta- Como no me creo que se premie al partido que representa este señor, hay que premiarles con otros cuatro años de oposición para que aprendan a hacerlo con un poquito de respeto y dignidad. De todas formas, mi pasaporte está en regla y ya he sido emigrante, por cierto, sin contrato de integración y sin abrazar la bandera de aquel país al que otorgué mis impuestos.