La soledad autocrítica

Pensaba esta noche en esa gran desconocida para muchos de nosotros que es la autocrítica, tras unos años de crispación y enfrentamientos políticos (que cada uno otorgue responsabilidades a quien crea oportuno) que han trascendido en la sociedad civil, que somos nosotros. Creo que todas las partes implicadas en este proceso deberíamos hacer una pequeña gran autocrítica; léase medios de comunicación, los propios políticos, asociaciones víctimas de dirigentes ultras, conferencias y ciudadanos teledirigidos. Todos somos responsables de caer en la división, en "los otros", en la polarización, en el rencor que viene de la tradición y las entrañas de algunos subconscientes.

Justamente esta misma noche, antes de entrar en el cine, he asistido a un acto de autocrítica, aunque fuera indirecta. Alguien pidió fuego a un desconocido, a lo que éste contestó: -"no fumo, ni bebo, ni follo". Lo que me pareció una sana autocrítica en público en un principio, me pareció poco después un acto de protesta velada, de exhibicionismo innecesario. Porque, al que quería fuego, buscaba únicamente eso, fuego. Y a él, si su problema es no beber, fumar o follar, ¿qué solución es airearlo?

Esta anécdota intrascendente me recordaba la actitud de algunos políticos y periodistas estos días. Resulta que las elecciones democráticas celebradas recientemente, según ellos, no son totalmente válidas, o al menos, justas. Basados en una gran demagogia intentan justificar la decisión soberana de un pueblo en los votos de extremos radicales (que existen en ambos extremos por cierto), leyes D'Hondt (la cuál me sé al dedillo por si alguien necesita explicación) y un desprestigio del votante que vota libremente una opción diferente a la correcta.
Perdone, ¿qué opina de la derrota electoral de su partido y, por otro lado, cree usted que ha influido su actitud de los últimos cuatro años en ello? - "Yo no fumo, ni bebo, ni follo".

La película era "La soledad". Como la vida misma. Con sus pequeñas explosiones en el corazón de la cotidianeidad. Ligera y a la vez llena de vida. De nuestra vida real si agudizamos un poco la vista. Con la ayuda del recurso de la polivisión, que permite tener dos ángulos de la misma escena a la vez lo que permite ampliar los registros, nos cuenta una historia tan dura como sincera y real. Algo que sería una buena solución para nuestros políticos y algunos de sus fieles.

Siguiendo con estos enlaces imposibles, me acordaba de un vídeo de hace 10 años de U2 que utilizaba la polivisión...