sábado, noviembre 18, 2006

Pequeños



La inocencia de la niñez es uno de los valores que nunca deberían perder los seres y los humanos. La capacidad de sorpresa intacta, la habilidad para ilusionarse de nuevo y no saber todavía que se puede negociar con los afectos y las sonrisas deberían ser valores perennes.

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