En estas fechas tan especiales recurro a algún exorcista disponible allende los mares o en territorio cristiano, profesional y a buen precio. ¿El porqué? Tras una incesante sobrecarga sonora de villancicos raphaelianos, he tarareado uno de sus horribles versiones de villancico sin ser consciente de lo que hacía, como el que no quiere la cosa.(Era uno que habla de una burra).
Gracias.
Maldito duende
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