sábado, abril 26, 2008

Cajón desastre y memoria

Es un ejercicio saludable hacer una pequeña limpieza y reorganización de cajones con cierta regularidad. A no ser que uno sea un tipo organizado con los cajones bien puestos, que no es el caso. Rebuscando entre cajones en un proceso mitad limpieza, mitad nostalgia, uno se encuentra objetos de utilidad dudosa que van apareciendo aleatoriamente trayendo consigo momentos, personas, olores y en algunos casos vida propia (literalmente)...


Un dado verde
Hubo un periodo en la niñez en el que nos pasábamos el día haciendo apuestas con un dado: "Si sacas menos de un 6, no conocerás al amor de tu vida", "si sacas entre 2 ó un 3 te toca la Lotería seguro", "si sacas impar... bla bla bla". El dado, que por sí mismo sólo sirve como complemento de juegos de azar como el Risk, como adorno de coche o como símbolo de discoteca, tenía mucho más sentido que nuestras estúpidas propuestas. Sobretodo por la actitud poco optimista de otorgarle únicamente un 16,6% de probabilidad a encontrar "el amor de nuestra vida" y en cambio, ser tan ilusos de ortorgarle un 33% a "obtener un premio de la Lotería".
Era mucho más fácil conquistar Europa, Asia y América en el Risk desde luego.

Una bola de cristal
Realmente, no era una bola de cristal, sino una pequeña bolita de cristal. A pesar de este hecho, su función era la misma: intentar adivinar el futuro. Lo que ocurre es que por sus reducidas dimensiones, era imposible ser ambicioso y desear grandes fortunas. Todo era pequeño. Eso dio un enfoque realista a nuestra vida, ya que era mejor mirar con nuestros propios ojos la vida y no a través de esa bola ridícula que empequeñecía nuestros deseos futuros.
Lo cierto es que muchos años después, tal vez, la bola no estuviera tan equivocada y no todo el mundo podía ser astronauta, teclista de U2 o presidente del Gobierno. Aunque, quizá esto último, visto lo visto, sí.






Las cintas de U2
El otro día, cientos y cientos de cintas de U2 fueron a parar a la basura después de 20 años con ellas. Un hecho que puede parecer intrascendente, pero mientras las tiraba, viéndolas por momentos una a una; Boulder 6/6/83, Auckland 1/9/84, Madrid 15/7/87, algo se rompía en el interior. Cintas con conciertos de todas sus giras hasta el año '97, portadas personalizadas con recortes de mil revistas de todo el mundo, grabaciones en tiempo real, horas y horas de dedicación y disfrute, de intercambios con gente de todo el mundo; desde Bari a Sydney, desde Barcelona a Buenos Aires, desde Denver a Rotterdam. Toda una red de intercambio de persona a persona sin burra de carga de ayuda, ni traspaso instantáneo de datos.
Muchos años después, como tantas otras labores artesanas (salvando las distancias) eclipsadas por la tecnología o la cultura de la inmediatez, las cintas han dejado de tener sentido.

En la actualidad, no hay necesidad de cajones para guardar nuestros discos, fotos o películas. Basta un chip, una memoria o un disco duro. Por suerte, aún hay algo intangible que sigue cogiendo polvo y se sigue descolocando en nuestro cerebro, que nos identifica y distingue, y que nos permite seguir siendo únicos y clonables.

3 comentarios:

  1. Me encanta revisar cajones de esos que hace tiempo que no se abren, lo malo (lo bueno) es que, como dices, una se pone a revivir momentos con cada objeto y cada papel, y al final lo que empieza siendo una limpieza se convierte en un ir y venir de lo más dispar de gentes, eventos y momentos de la vida misma de una misma. Y ya hablaremos de las cintas, ¿qué es eso de tirar música a la basura??
    Besos.

    ResponderEliminar
  2. Precisa y preciosa reflexión. Abrir cajones me encanta y me aterroriza a la vez. De hecho, hace meses que tengo pensado desmantelar un par de ellos y no me atrevo, pues será el fin de muchos recuerdos para siempre. Cintas, entradas de todo tipo, posters, tarjetas, pulseras y un largo etc, tienen los días contados,...pero un día me levantaré y solo miraré al futuro con admiración, echando la vista atrás con resignación. Como cuando vas al peluquero un mañana cualquiera a que te quite las greñas aguantadas y sufridas durante tanto tiempo en un arrebato de locura irremediable, y piensas sentado en esa silla eléctrica capilar, ¡qué coño estoy haciendo!..hasta que te dice una fémina, así estás mejor :DDD

    ResponderEliminar
  3. * Chavela; aún hay cajones que por ese mismo motivo no he abierto hace años. No siempre tiene uno ganas de "revisar" su vida. Hay cosas que pertenecen a un tiempo y que fuera de contexto pierden su magia. A veces, es mejor construir a través de esas pequeñas semillitas o recuerdos. Tiene cajones la cosa. Más besos para ti. Eres cajonuda.

    * Julius, tú entiendes lo que supuso tirar cientos de conciertos de U2 a la basura. Sólo los muy freaks de algo lo entienden. Abrazos varios.

    ResponderEliminar