El eso sí, un tipo cojonudo.
viernes, diciembre 21, 2007
Actuaciones
donde los cantantes están detrás de las canciones...
Bunbury - Canto (el mismo dolor)
Tom Waits - Cold cold ground
Glen Hansard - Astral weeks de Van Morrison
Damien Rice & Ray Lamontagne - To love somebody
Bunbury - Canto (el mismo dolor)
Tom Waits - Cold cold ground
Glen Hansard - Astral weeks de Van Morrison
Damien Rice & Ray Lamontagne - To love somebody
jueves, diciembre 20, 2007
Aftersex masculino
Dos opciones; sentirte un león en la cama o un tipo feo y desdichado. Esa es la diferencia entre un Camaleón o un Camafeo.
martes, diciembre 11, 2007
Luciano
Sirva como pequeñísimo homenaje al hombre que cantaba como un volcán en erupción, a la voce bruta, a Il Maestro, a Pavarotti. Siempre me gustó ese acercamiento que hizo del arte supremo que es la ópera a estilos populares con minúscula. La complicidad con la gente que cantaba y el contraste de ese huracán con las pequeñas ráfagas eran entrañables. Como muestra, algunos botones que nunca le abrocharon...
con Bryan Adams - O Sole Mio
Nessun Dorma de Turandot
con Sting Panis - Angelicus
con Bono - Ave Maria
con Bryan Adams - O Sole Mio
Nessun Dorma de Turandot
con Sting Panis - Angelicus
con Bono - Ave Maria
domingo, diciembre 09, 2007
Silencio
Silencio, silencio y silencio.
La muerte vino por la espalda
cobarde, fría y despiadada.
Con disfraz de humano que no es tal,
cruel asesina sin escrúpulos ni alma
Silencio, silencio y silencio
Sin futuro, ni patria, ni religión
Buscando hermanos en el baúl.
Sin pasado, ni verdad, ni razón
Historia enterrada en un ataúd
Silencio, silencio y silencio
Grises políticos siguen ladrándose
Los perros se relamen a la luz
Trapos inertes al viento agitándose
por humanos sordos sin voz
Silencio, silencio y silencio
La muerte vino por la espalda
cobarde, fría y despiadada.
Con disfraz de humano que no es tal,
cruel asesina sin escrúpulos ni alma
Silencio, silencio y silencio
Sin futuro, ni patria, ni religión
Buscando hermanos en el baúl.
Sin pasado, ni verdad, ni razón
Historia enterrada en un ataúd
Silencio, silencio y silencio
Grises políticos siguen ladrándose
Los perros se relamen a la luz
Trapos inertes al viento agitándose
por humanos sordos sin voz
Silencio, silencio y silencio
Corriente inconsciente (*)
(*) Adaptación de saldo del stream of consciousness de James Joyce utilizado espléndidamente en su Ulises particular.
El sordomudo se desesperaba sin poder gritar, golpeaba el cajero intentando obtener respuestas, gesticulaba con violencia pretendiendo que una máquina se articulara. La máquina sólo escupió un papelito en blanco y su pantalla mostraba un mensaje que decía: error de comunicación. La bella mujer despotricaba contra Cataluña como ente unificado devorador de identidades ajenas, separatista, egoísta y demás istas. Su discurso monológico, efectivamente, se desvanecía con sus prejucios. A dónde llegaremos con los regionalismos baratos. Que se paren los que separen, no que separen los que se paran. Finalmente, los que decían tener la razón, nunca dejaron de tenerla. Nos hemos convertido en los mismos gilipollas que criticábamos hace 15 años. Ahora resulta que el amor es una consecuencia. Dicen. El cajero volvió a funcionar.
El sordomudo se desesperaba sin poder gritar, golpeaba el cajero intentando obtener respuestas, gesticulaba con violencia pretendiendo que una máquina se articulara. La máquina sólo escupió un papelito en blanco y su pantalla mostraba un mensaje que decía: error de comunicación. La bella mujer despotricaba contra Cataluña como ente unificado devorador de identidades ajenas, separatista, egoísta y demás istas. Su discurso monológico, efectivamente, se desvanecía con sus prejucios. A dónde llegaremos con los regionalismos baratos. Que se paren los que separen, no que separen los que se paran. Finalmente, los que decían tener la razón, nunca dejaron de tenerla. Nos hemos convertido en los mismos gilipollas que criticábamos hace 15 años. Ahora resulta que el amor es una consecuencia. Dicen. El cajero volvió a funcionar.
sábado, diciembre 08, 2007
Jorge Luis Borges - España
Más allá de los símbolos,
más allá de la pompa y la ceniza de los aniversarios,
más allá de la aberración del gramático
que ve en la historia del hidalgo
que soñaba ser don Quijote y al fin lo fue,
no una amistad y una alegría
sino un herbario de arcaísmos y un refranero,
estás, España silenciosa, en nosotros.
España del bisonte, que moriría
por el hierro o el rifle,
en las praderas del ocaso, en Montana,
España donde Ulises descendió a la Casa de Hades,
España del íbero, del celta, del cartaginés, y de Roma,
España de los duros visigodos,
de estirpe escandinava,
que deletrearon y olvidaron la escritura de Ulfilas,
pastor de pueblos,
España del Islam, de la cábala
y de la Noche Oscura del Alma,
España de los inquisidores,
que padecieron el destino de ser verdugos
y hubieran podido ser mártires,
España de la larga aventura
que descifró los mares y redujo crueles imperios
y que prosigue aquí, en Buenos Aires,
en este atardecer del mes de julio de 1964,
España de la otra guitarra, la desgarrada,
no la humilde, la nuestra,
España de los patios,
España de la piedra piadosa de catedrales y santuarios,
España de la hombría de bien y de la caudalosa amistad,
España del inútil coraje,
podemos profesar otros amores,
podemos olvidarte
como olvidamos nuestro propio pasado,
porque inseparablemente estás en nosotros,
en los íntimos hábitos de la sangre,
en los Acevedo y los Suárez de mi linaje,
España,
madre de ríos y de espadas y de multiplicadas generaciones,
más allá de la pompa y la ceniza de los aniversarios,
más allá de la aberración del gramático
que ve en la historia del hidalgo
que soñaba ser don Quijote y al fin lo fue,
no una amistad y una alegría
sino un herbario de arcaísmos y un refranero,
estás, España silenciosa, en nosotros.
España del bisonte, que moriría
por el hierro o el rifle,
en las praderas del ocaso, en Montana,
España donde Ulises descendió a la Casa de Hades,
España del íbero, del celta, del cartaginés, y de Roma,
España de los duros visigodos,
de estirpe escandinava,
que deletrearon y olvidaron la escritura de Ulfilas,
pastor de pueblos,
España del Islam, de la cábala
y de la Noche Oscura del Alma,
España de los inquisidores,
que padecieron el destino de ser verdugos
y hubieran podido ser mártires,
España de la larga aventura
que descifró los mares y redujo crueles imperios
y que prosigue aquí, en Buenos Aires,
en este atardecer del mes de julio de 1964,
España de la otra guitarra, la desgarrada,
no la humilde, la nuestra,
España de los patios,
España de la piedra piadosa de catedrales y santuarios,
España de la hombría de bien y de la caudalosa amistad,
España del inútil coraje,
podemos profesar otros amores,
podemos olvidarte
como olvidamos nuestro propio pasado,
porque inseparablemente estás en nosotros,
en los íntimos hábitos de la sangre,
en los Acevedo y los Suárez de mi linaje,
España,
madre de ríos y de espadas y de multiplicadas generaciones,
incesante y fatal.
Roma Inmortal
Roma está muy presente estos días en Madrid con la interesante y evocadora exposición que la Fundación Canal le ha dedicado. Sin necesidad de exposiciones, la cultura romana, al igual que la norteamericana o la musulmana están presentes en nuestras mentes, por más que les pese a algunos. Hay líneas de pensamiento que nos surgen inconscientemente de esa influencia y nos sirven para explicar mejor ciertas situaciones cotidianas.
Ayer hablábamos de algunas personas que emergen como esculturas en nuestras relaciones personales. Personas a las que la vida les sonríe temporalmente y actúan con prepotencia, vanidad descontrolada y ligeros aderezos de soberbia. Personas que se olvidan de la prudencia y la humildad, valores que cotizan a la baja en esas dulces temporadas. En esa conversación surgió la figura del esclavo que le recordaba a César, en sus baños de multitudes tras alguna campaña victoriosa, aquéllo de "recuerda César que eres mortal, recuerda que eres mortal" .
Se puede llegar, ver y vencer y al poco tiempo perderlo todo. Ni las citas eran eternas, ni tampoco el César. Ni nosotros, ni ellos.
Ayer hablábamos de algunas personas que emergen como esculturas en nuestras relaciones personales. Personas a las que la vida les sonríe temporalmente y actúan con prepotencia, vanidad descontrolada y ligeros aderezos de soberbia. Personas que se olvidan de la prudencia y la humildad, valores que cotizan a la baja en esas dulces temporadas. En esa conversación surgió la figura del esclavo que le recordaba a César, en sus baños de multitudes tras alguna campaña victoriosa, aquéllo de "recuerda César que eres mortal, recuerda que eres mortal" .
Se puede llegar, ver y vencer y al poco tiempo perderlo todo. Ni las citas eran eternas, ni tampoco el César. Ni nosotros, ni ellos.
lunes, diciembre 03, 2007
Palabras y Modales
Cada cierto tiempo "aparece" una palabra que se pone de moda durante un tiempo y pasa a formar parte del lenguaje diario. Casos que recuerde, sátrapa* y, éstos días, inacción*. Son palabras que surgen en las noticias de los medios de comunicación y, lógicamente, se trasladan a los lectores/oyentes, que somos nosotros. Y no pasa hoja de periódico ni día sin su noche en que no leamos/escuchemos cualquiera de estas expresiones. Inmediatamente las incorporamos a nuestro vocabulario habitual e intentamos utilizarlas como comodín a la menor ocasión.
El problema es cuando se desvirtúa el sentido original de alguna de esas palabras según avanza el tiempo. Estos últimos años palabras como mentira, cómplice, negociación, reaccionario y algunas otras más, a pesar de ser prendas que nunca deberían pasar de moda, han perdido su sentido original. Esto motiva que en ocasiones llevemos prendas que nos quedan grandes, demasiado ajustadas o pasadísimas de moda.
El problema es cuando se desvirtúa el sentido original de alguna de esas palabras según avanza el tiempo. Estos últimos años palabras como mentira, cómplice, negociación, reaccionario y algunas otras más, a pesar de ser prendas que nunca deberían pasar de moda, han perdido su sentido original. Esto motiva que en ocasiones llevemos prendas que nos quedan grandes, demasiado ajustadas o pasadísimas de moda.
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