El D.N.I., una puñetera bandera inerte que agitan salvapatrias dándole vida, una historia que utilizan los republicanos de la memoria, una colección de nacionalegoístas periféricos y centralistas con sobredosis de romanticismo trasnochado, una selección española semifinalista de vinos y quesos.
También tenemos A o B, Blanco o Negro, Rojo o Facha (este último caso será una dualidad eterna por los siglos de los siglos). Existen españoles a los que nos importa un pimiento morrón o de padrón (uno de los dos) el día de la hispanidad y las muestras de españolismo rancias. Tenemos problemas; como la vivienda, los derechos fundamentales sociales, la educación, la violencia, etc, pero no importan.
Qué aburrimiento de patriotas.
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