viernes, noviembre 14, 2008

El tamaño importa

Caminar entre secuoyas significa pasear entre maestros naturales de inarticulado discurso. No te guían de ninguna forma y te dejan ser a ti mismo el que extraiga el aprendizaje de sus enseñanzas, si quieres, ya que nunca te examinarán después. Aunque permanezcan en tu mente por su poder seductor y sus propias contradicciones, son siempre sutiles.

A pesar de poder llegar a vivir 3.000 años y a medir 120 metros, son tan frágiles como un junco, lo que les ha permitido sobrevivir a las manos del hombre, que no encuentra en su madera utilidad remunerativa, y que al mismo tiempo les hace no poder aguantar su propia grandeza en ocasiones.

Maravillosas.





7 comentarios:

  1. Experiencia, madurez y largura ... y por si fuera poco, anchura,tela. :D

    No he visto nada igual en mi vida, debe impresionar pasear por ahí. ¿Osos quizás, por esa zona?

    saludos

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  2. ¡¡¡A-C-O-J-O-N-A-N-T-E!!!

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  3. Julius, impresionan realmente. Te superan. Uno de estos momentos en los que el pecho te aprieta, al menos a mí. Sobretodo cuando puedes disfrutarlas sin turistas alrededor y las escuchas. Y sí, efectivamente había osos por allí aunque el único que vimos comer tranquilamente al echarse la tarde era un cachorro precioso.

    Rober, así es. No hay otras palabras.

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  4. Anónimo16:06

    bonitas fotos, bonitos árboles, bonito viaje

    como dijo aquel un día, what a night, what a city ...

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  5. What a tree!!!

    Abrazos Taz

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