Imagino que uno de los motivos por el que la música fue creada, debió ser para aliviar el espíritu propio, y por ende, el ajeno. La música tiene la capacidad de alegrarnos el espíritu, tonificarnos los músculos del cuerpo de arriba abajo y viceversa, divertirnos, reflexionar, actuar y sentir. Nada más y nada menos. La música creada por el artista debe entretenernos y sacarnos del estado latente y movernos hacia algún lugar. Cada uno elige, y va, o es llevado, a otros lugares, personas, momentos de nuestras vidas, etc. Así debe ser. Esa es la buena música.
Con este hombre, Bruce Springsteen, siempre lo consigo. Sin profundidades, estructuras musicales complejas o grandes pretensiones. Simplemente con su pasión, entrega y ofreciendo todo lo que lleva dentro con honestidad es suficiente.
Un placer Bruce. Tantas veces viéndote, en ocasiones, pareces de la familia.
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